Mi madre me regaló esta orquídea en noviembre de 2006, y ya ha florecido dos veces, echando nuevo tallo cada vez. Es muy emocionante descubrir un día que empieza a salir una yemita de entre las hojas, y al final se convierte en estas bellas flores.
Por cierto: ya he terminado la bufanda. Mañana a estrenarla, que hace frío.
